Opinión | Crítica - Boris Gardiner: A soulful experience is happening (Pedro Galiano)

OS ARTISTAS jamaicanos siempre han tenido como principal referencia la música afroamericana. La facilidad con la que se sintonizaban las emisoras del sur de EEUU, unida a la especial permeabilidad, gusto musical y ganas de juerga de los habitantes de esta pequeña isla y, sin embargo, verdadera superpotencia musical, hicieron que, desde sus orígenes, el rythm and blues negro, el rock'n'roll o el soul tuvieran su respuesta autóctona en forma de ska, rock steady o reggae, variantes hipnóticas y sincopadas de las expresiones rítmicas originales made in USA. Boris Gardiner, músico de estudio de los míticos Studio One y Treasure Island, fue uno de los protagonistas de excepción de esta evolución paralela como acompañante al bajo de Ben E. King, Jackie Wilson, Nina Simone, Brook Benton, Bob Marley o John Holt. Un músico con una especial sensibilidad soul que quedó plasmada en sus dos primeros discos en solitario 'Soulful experience' y 'What's happening?', ambos de 1970, y ahora reunidos en uno solo disco en esta reedición absolutamente imprescindible. Una maravilla llena de grooves infecciosos ('Melting Point'), irresistibles calypsos ('Happiness is a warm pussim'), toques de crooner y cantante melódico en versiones de estandars ('Strangers in the night' o 'Raindrops keep fallin’ on my head'), envolventes instrumentales ('Breezin'), impecables temas reggae ('You just got to be in love' y 'You'll never get away') o impolutas recreaciones de clásicos del soul ('Ain't no sunshine' o 'Let's stay together'). Una reedición que hará las delicias de los amantes de los sonidos con alma, de la música emocionante y eterna conocida como SOUL y a la que, como defensor del vinilo, sólo pondría una pega, como al resto de la impagable serie VampiSoul. En mi humilde opinión, se debería respetar el diseño de los vinilos originales, colocando la etiqueta Vampi en un lugar discreto de la contraportada. Cuestión de fetichismo.